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domingo, 27 de noviembre de 2011
¿Imaginario o real? Construcción de la imagen. Gustavo Garzón Guzmán.

miércoles, 23 de noviembre de 2011
Wilson Paccha: pintor lumpen.
Las exposiciones de Wilson Paccha se constituyen en una muy particular fábula de sí mismo, lo que incluye imágenes de una supuesta marginalidad. Los síntomas de una cultura que decae se esconden dentro de lo feo, lo cholo, lo vulgar y lo amoral, rebelándose en una creatividad que, a pesar de todo, sobrevive a la degeneración de nuestra herencia indígena, tan manoseada, tan exprimida y tan utilizada en todas las instancias: políticas, antropologías culturales y artísticas.
Su pintura, procaz y divertida, influenciada por los neo-expresionistas salvajes (transvanguardia europea y latinoamericana de los años 80) logran actualizar lo feo , convirtiendo su visión antropomórfica en el centro desde donde el artista lanza embates a nuestros pudores. Para ello, emite agresivos juicios de valor travestidos en situaciones aberrantes y en entidades deformes, verdaderas quimeras que se ríen de la incongruente belleza construida por el mundo contemporáneo, dejado que de su paleta de pintor surja ese sí mismo indígena que lo identifica.
Esta permanente confrontación entre el arte y nuestros orígenes sumada a la analogía estética que el artista elabora entre lo feo y su tan pregonada marginalidad, se evidencia en su vida y obra, colocándolo entre los pocos artistas ecuatorianos que trabajan en torno a la escenificación de un eterno performance. No son pocos los eventos artísticos y concursos nacionales donde ha participado, junto con sus acólitos de siempre, Jimmy Mendoza y Jorge Jáen, para burlarse de las componendas y estrategias del medio donde se desenvuelve el arte local.
Para componer su elaborada narrativa visual, Paccha ha utilizado simbolismos y alegorías que pertenecen a la cultura popular urbana. Estas imágenes, casi siempre en continua orgía, devienen en un cómic soez y machista que busca apabullar, escandalizar y triunfalmente, someter nuestro “gusto” por lo bello.
Referencia: Matilde Ampuero. Revista Diners, Año XXIX, N. 317, Octubre 2008.